A veces las matemáticas se comen… ¡y saben ricas!

No es lo mismo aprender el 1, el 2 y el 3 y las cantidades que le corresponden a cada número… ¡que jugarse algo!

La motivación es esencial para que el aprendizaje sea significativo. ¡Y estos peques glotones de 3 añitos estaban motivadísimos!

Lanzamos el dardo, y tantas galletas tendremos que coger, como el número en el que haya caído. Si cae en el 1, una galleta, si cae en el 2, dos… Así aprendemos la relación número-cantidad tan importante en Infantil para que el aprendizaje no se reduzca solamente a la asociación del nombre del número con su grafía (fundamental en la metodología matemática ABN que llevamos a cabo en el cole).

Alguno directamente colocaba el dardo en el 3 para poder coger más galletas. ¡No querían arriesgarse a lanzar y que al caer en otro número pudieran comer menos! Pero así también ha quedado claro que el 3, es mayor que el 2, y que el 1… y en este caso, ¡nos interesaba mucho más!

Porque no es lo mismo jugarse algo, que no jugarse nada… y os aseguro que a estos peques, ¡se les iba la vida en ello! Jajaja…

¡Vivan las galletas que nos gustan a todos y su poder motivacional!

Las matemáticas no nos comen a nosotros… ¡nosotros nos la comemos!