Esta es la historia de una niña que caminaba al revés. Así que… tenía un punto de vista diferente, quizás debido a su peculiar forma de caminar. Ella conversaba con los árboles, escuchaba las mareas, hablaba con la luna… pero lo que más le gustaba hacer de todo era mirar las estrellas mientras comía tarta con sus amigos.

Le gustaba tanto tanto contemplar las estrellas que aprendió a caminar al revés, y así siempre tendría:»el cielo a sus pies».

Y a nosotros lo que nos ha parecido es  que casi casi lo tocábamos con la punta de los dedos…

Escuchar un cuento dentro de un planetario, no es algo que suceda todos los días…

y a estos pequeños astronautas… les ha encantado 🙂